Si pasea por la calle y oye por casualidad las conversaciones de sus convecinos, se percatará de que en no pocas ocasiones hablan de espectáculos deportivos y, más concretamente, de fútbol. No es que los hombres sean (seamos) monotemáticos, pero si midiésemos la frecuencia con la que hablan de fútbol comprobaríamos que destaca sobremanera del resto de temas.
Me gustaría poder llevarte la contraria muy fuerte, pero veo lo mismo.
El otro día, uno de mis estudiantes (1º de carrera) se jactaba de haber entrado por FP y de no haber estudiado NADA de historia y, por lo tanto, no saber NADA de los prolegómenos de la guerra civil ni de la 2ª República... En fin...
Y qué me dices de la aquí llamada “mesa vasca”?. Cuando salimos con otras parejas y nos sentamos en una mesa, las mujeres van por un lado y los hombres por otro. A mi me revienta pero compruebo una y están mucho más divertidas que nuestra ala donde se habla de fútbol y, en nuestro pequeño universo, de golf.
ja ja ja. No te quejes, por lo menos tienes el golf. Era broma.
En mi cuadrilla hay días que hacemos dos alas y días que nos mezclamos. Pero tengo suerte, el fútbol solo interesa a una o dos personas y no demasiado (somos seis parejas). Lo peor que nos puede pasar es que empecemos (nosotros, que hicimos la carrera juntos) a contar batallitas que ya hemos contado diez o veinte veces.
Muy interesante, gracias. Yo creo que hay otro factor que puede ser importante en esta diferencia ideológica y es la mucho mayor proporción de mujeres en actividades de ayuda social, ONG, voluntariado (excepto los jefes) y en general el cuidado de personas. Estas actividades se asocian con el concepto se solidaridad, que a su vez se asocia a una ideología de izquierdas.
Acabo de recibir la memoria anual de la Sociedad Filarmónica de Bilbao: 70% son socias y 30% somos socios. Sospecho que entre los abonos a la Orquesta Sinfónica de Bilbao ocurre algo parecido, aunque no tengo datos fehacientes.
De mis dos primeros doctorandos, hace casi 30 años, una era mujer, excelente, y simplemente hube de “animarla” verbalmente respecto a sus clarísimas capacidades en matemáticas y física. Escribió una tesis impecable. El otro era hombre, también excelente, y consideré necesario “frenarlo” varias veces, demostrándole su (también clarísimo) exceso de seguridad en sus capacidades. También tuve que recomendarle literatura bien escrita (la primera serie de los Episodios Nacionales de Pérez Galdós) para aprender a redactar textos. Finalmente, también escribió una tesis excelente.
Me gustaría poder llevarte la contraria muy fuerte, pero veo lo mismo.
El otro día, uno de mis estudiantes (1º de carrera) se jactaba de haber entrado por FP y de no haber estudiado NADA de historia y, por lo tanto, no saber NADA de los prolegómenos de la guerra civil ni de la 2ª República... En fin...
En fin... sí. Es así de alucinante.
Y qué me dices de la aquí llamada “mesa vasca”?. Cuando salimos con otras parejas y nos sentamos en una mesa, las mujeres van por un lado y los hombres por otro. A mi me revienta pero compruebo una y están mucho más divertidas que nuestra ala donde se habla de fútbol y, en nuestro pequeño universo, de golf.
ja ja ja. No te quejes, por lo menos tienes el golf. Era broma.
En mi cuadrilla hay días que hacemos dos alas y días que nos mezclamos. Pero tengo suerte, el fútbol solo interesa a una o dos personas y no demasiado (somos seis parejas). Lo peor que nos puede pasar es que empecemos (nosotros, que hicimos la carrera juntos) a contar batallitas que ya hemos contado diez o veinte veces.
Muy interesante, gracias. Yo creo que hay otro factor que puede ser importante en esta diferencia ideológica y es la mucho mayor proporción de mujeres en actividades de ayuda social, ONG, voluntariado (excepto los jefes) y en general el cuidado de personas. Estas actividades se asocian con el concepto se solidaridad, que a su vez se asocia a una ideología de izquierdas.
¡Bien visto!
Acabo de recibir la memoria anual de la Sociedad Filarmónica de Bilbao: 70% son socias y 30% somos socios. Sospecho que entre los abonos a la Orquesta Sinfónica de Bilbao ocurre algo parecido, aunque no tengo datos fehacientes.
De mis dos primeros doctorandos, hace casi 30 años, una era mujer, excelente, y simplemente hube de “animarla” verbalmente respecto a sus clarísimas capacidades en matemáticas y física. Escribió una tesis impecable. El otro era hombre, también excelente, y consideré necesario “frenarlo” varias veces, demostrándole su (también clarísimo) exceso de seguridad en sus capacidades. También tuve que recomendarle literatura bien escrita (la primera serie de los Episodios Nacionales de Pérez Galdós) para aprender a redactar textos. Finalmente, también escribió una tesis excelente.
Lo de la Filarmónica me parece que ocurre también en la ópera, aunque no creo que con una desproporción tal.
Y lo de los doctorandos/doctorandas, creo que lo hemos vivido todos.
"Are we not men?".
https://www.dailymotion.com/video/x3u0u0l
Por si te apetece reir un rato.
Una y otra vez que ellas…